La frase que todo el mundo te dice.
Pero, ¿cómo demonios subo mis precios?
Nadie te lo dirá.
Nadie te cuenta todo lo que necesitas para tener precios más competitivos.
Tampoco existen fórmulas mágicas.
Lo lamento.
Por eso, te voy a compartir un proceso que he usado y que me ha permitido mantener mis precios por encima de la media del mercado.
01. CONÓCETE A TI MISMO Y A TU COMPETENCIA
Este es el paso más importante, y la mayoría lo ignora.
Antes de siquiera pensar en subir tus precios, necesitas entender a fondo tus servicios y a tu competencia.
- ¿Qué ofreces que nadie más ofrece?
- ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles?
- ¿Qué hacen tus competidores y cómo te diferencias de ellos?
No se trata solo de listar tus servicios, sino de identificar qué valor ofreces a tu cliente, en otras palabras, tu propuesta de valor.
Entonces, lo primero que tienes que hacer es encontrar ese factor que te diferencia y potenciarlo al máximo. Esto te ayudará a destacar en el mercado y justificar precios más altos para tus servicios de diseño.
02. PRUEBA, OPTIMIZA Y REPITE
Una vez que entiendas lo que te hace diferente, debes destacarlo y determinar si a alguien le interesa.
Prueba si ese diferenciador es apreciado. Si encuentras algún aspecto que necesite mejora, optimízalo. Luego vuelve a probar hasta que eso sea tu faro.
Prueba nuevas estrategias, experimenta con diferentes enfoques y escucha atentamente el feedback de tus clientes.
En definitiva, tienes que optimizar lo que ofreces y destacarlo. Perfecciónalo hasta que sea lo mejor posible.
03. OFRECE TANTO VALOR QUE DESLUMBRE
Ya sabes lo que te hace diferente y has determinado si es apreciado por tu cliente. ¿Ahora qué?
Ofrece más, más, más…
Proporciona servicios que hagan que el precio parezca insignificante.
No se trata de trabajar más horas o de abaratar tus costos, sino de entregar un valor excepcional que supere las expectativas de tus clientes.
Piensa en cómo puedes ir más allá de lo básico.
- ¿Puedes ofrecer un servicio más personalizado?
- ¿Un tiempo de respuesta más rápido?
- ¿Un resultado final que realmente impacte en el negocio de tus clientes?
Cuanto más valor perciban tus clientes, más dispuestos estarán a pagar por tus servicios de diseño freelance.
04. MANTÉN EL FOCO EN TU CLIENTE, NO EN TI
Tus clientes son el motor de tu negocio, y aunque no debes ponerlos en un pedestal, sí deben estar en el centro de todo.
Escucha sus necesidades, entiende sus desafíos y adapta tus servicios para resolver sus problemas específicos.
No tengas miedo de preguntarles directamente qué valoran más y qué estarían dispuestos a pagar por ello.
Cuanto más alineado estés con sus expectativas, más fácil será justificar tus tarifas como diseñador freelance.
05. NO TE OLVIDES DE QUE ERES UN PROFESIONAL
No subestimes tu profesión.
Sé que el síndrome del impostor es fuerte, pero debes trabajar para superarlo.
Optimiza desde la forma en que te presentas hasta la manera en que te comunicas con tus clientes; todo cuenta.
Invierte en tu desarrollo personal y profesional, aprende a manejar conflictos y a construir relaciones sólidas con tus clientes.
Recuerda, no solo estás vendiendo un servicio, estás vendiendo una experiencia.
Y de seguro te preguntas, ¿cómo subo mis precios?
No fui directamente a este punto porque debes entender que tus precios deben reflejar un servicio de excelencia. Tus clientes no esperan menos.
Y para ello es vital que revises lo que estás haciendo porque si subes tus precios y no hay un cambio en tus servicios, tus clientes se sentiran estafados.
Ahora, subir tus precios a los clientes es un proceso.
Para los clientes nuevos, es fácil subir tus precios porque simplemente no te conocen. El problema está en los clientes antiguos y regulares.
Porque a los clientes antiguos e irregulares poco les va a interesar si subes tus precios; simplemente se los comunicas. Sin embargo, a los clientes regulares (esos que te pagan la factura mes a mes) debes cuidarlos.
Te sugiero:
Envía un correo informando que desde la fecha XX tendrás un aumento de precios, pero deja en claro que puedes acordar planes de trabajo.
No te estoy diciendo que cobres menos; no tendría lógica.
Acuerda una sesión para conversar con ellos. Evalúa cada caso y propón un aumento de precios para compromisos regulares. Quizás ya no estés disponible los cinco días de la semana, sino solo tres. Quizás, ya no los visitarás tan seguido, solo dos veces al mes.
Disminuye en esos aspectos que pueden parecer intrascendentes, pero que no te hagan perder la calidad de tu trabajo.
No te rindas:
Subir tus precios puede ser un proceso intimidante, pero no es imposible.
Con un enfoque estratégico, una mentalidad de crecimiento y una dedicación inquebrantable a ofrecer valor, puedes romper la barrera del precio y construir un negocio freelance próspero y satisfactorio.