Cobrar menos solo te hace invisible

Bajaste tus precios pensando que atraerías más clientes. Hoy trabajas el doble, cobras la mitad y sigues esperando respuestas que no llegan.
Hola, soy Freddy…

Abría el correo temblando. No por la falta de talento, sino por la vergüenza de cobrar lo que valía.
Y sí, ahí estaba la frase: «es muy caro…»
La excusa perfecta para seguir siendo barato. Hasta que lo vi claro: nadie va a valorar lo que haces si yo mismo no lo hacía como profesional.
Si nunca te paso que…
Cobraste menos de lo justo solo para llegar a fin de mes.
Sumaste horas, corregiste todo mil veces… y tu cuenta siguió en cero.
Publicaste contenido durante semanas y nadie, ni uno, te preguntó qué vendías.
… Esto es para los que ya tocaron fondo: los que publican, se exponen, se esfuerzan… y no pasa nada.
Solo, lo vas a postergar otra vez, Lo sabes.
Estar rodeado de profesionales que no se conforman cambia tus estándares sin que te des cuenta.
Y cuando el entorno eleva la exigencia, quedarse quieto se vuelve insoportable.
La puerta está abierta. Por poco tiempo.

Ya sabes lo que tienes que hacer.
Y lo sabes desde hace años…
No te falta información. No estás perdido. Simplemente estás cómodo, te falta estructura, decisión… y alguien que no te deje escapar de lo que vienes postergando.
Y eso es justamente lo que te tiene estancado.
Aquí no te enseño a “crear tu marca”.
Te obligo a convertirte en alguien que no necesita explicarla.

No necesitas otro curso.
Necesitas una conversación 1 a 1 que corte el ruido…
Porque en el fondo ya sabes qué está fallando.
Solo necesitas que alguien te lo diga .
Pero cuidado…
No entres si todavía te ofendes fácil.
